"Las hojas de agendas viejas son todo un símbolo.
Funcionan como un testimonio de la transitoriedad de nuestras urgencias cotidianas.
Nuestras preocupaciones de hoy, nuestros proyectos para mañana, muy pronto serán pasado...
Vencimientos, citas amorosas, reclamos, reuniones de tabajo o de placer, salidas con amigos, vacaciones, números de teléfono a los cuales nunca volveremos a llamar, gente y lugares que pronto serán sombras en la memoria...son el testimonio de una vida alienada, acelerada y efímera.
Lo cotidiano es un soplo fugaz, y Chronos sonríe, complacido, cada vez que descorchamos las botellas al culminar un año, y cuando corro a comprar mi repuesto de Citanova...
Sabe que me queda un poco menos de arena por caer en su reloj..."
martes, 11 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario